El rey asturiano Mauregato, que reinó entre los años 783 y 789, ha contado con la desventaja de la historia. De él dice la Crónica de Alfonso III que fue hijo de Alfonso I y una sierva, por tanto hijo ilegítimo, lo que ya supone de por sí una calificación despectiva.Las crónicas Albeldense y de Alfonso III se encargan de profundizar en la mala fama de Mauregato, que empeora en las sucesivas obras posteriores. La historiografía sumó la leyenda de que admitió el tributo de cien doncellas a los musulmanes como pago por la paz.Pedro De Silva reinterpreta la figura de este rey maldito en un libreto para ser representado a modo de musical para ofrecer una visión del protagonista que se convierte en un canto al amor y a la naturaleza y que explica uno de los momentos históricos claves en el relato de la Reconquista y que explica la hegemonía religiosa del Reino de Asturias. En una atmósfera mítica, Pedro de Silva dibuja un Mauregato que abrirá interrogantes en el lector y propiciará que jamás pueda ver del mismo modo a esa figura histórica.