Una obra maldita, rescatada del olvido un siglo después de su publicación, que escandalizará por su contenido y entusiasmará por su original reinterpretación de la historia. En Memorias de Judas éste es el auténtico personaje central de la historia, el alma de un movimiento político encaminado a lograr la liberación de Palestina y de los judíos. Él es también el único amigo de Jesús, al que encomienda una misión esencialmente política y emancipadora, al que descuelga de la cruz para llevárselo a Roma, no ya como mesías sino como un hombre derrotado. La exaltación de Judas es acompañada, con la misma naturalidad, por la desublimación de Jesús. Y cuando Pilato propone la absolución de Jesús, Oseas objeta que «no se trata de un loco ni de un visionario, sino de un revolucionario ».