Encuadernación: RústicaSe ofrece, a través de breves píldoras cargadas de irreverencia, incorrección política y lucidez, una serie de divertidísimas reflexiones acerca de la creatividad y la empresarialidad como características inherentes al espíritu humano.El autor norteamericano, con el fin de esgrimir su tesis en favor de una sociedad sin Estado, se apoya en un puñado de películas y de novelas, en invenciones de la tecnología digital, en helados caseros, en célebres marcas de cereales, en videoclips, en tortillas de harina, en máquinas de cortar el césped y en los mismísimos Supersónicos. El resultado es una obra hilarante y libérrima, donde florecen planteamientos éticos, políticos y económicos que el lector encontrará, más allá de sus filias y fobias ideológicas, enriquecedores y dignos de debate.Pero a los milagros del sector privado les siguen los crímenes del sector público. El autor no duda en señalar los grandes males de nuestro tiempo, haciéndole un pulso al intervencionismo y sus desmanes, denunciando el afán intolerable de los Estados por legislar nuestras decisiones, actitudes y apetencias. En definitiva, hablamos de una contribución indispensable en la guerra del individualismo contra el estatismo de todos los partidos.