En 1571, a la muerte de Titu Cusi, líder del Estado inca de la resistencia, sus seguidores ejecutaron a Diego Ortiz, sacerdote agustino. Las fuerzas españolas invadieron Vilcabamba, los restos de Ortiz fueron desenterrados y la orden de los agustinos inició un proceso que buscaba su santificación. Este libro saca a la luz registros de aquella investigación, en un caso que ilustra las visiones contrastadas de los españoles e indígenas en aquel período clave en la historia andina.