A mi autor le he oído hablar varias veces de un amigo suyo llamado Javier; que se define como sirenólogo y ha coleccionado todas las sirenas que habitan el territorio de la minificción. Espero que ahora no se le ocurra la idea de ponerme a trabajar de sirena. No soy una rareza de circo: soy un microrrelato respetable; por cuyo interior circulan caballeros atildados y damas de educación victoriana. Además; el único pez que tolero es la trucha; siempre que la sirvan como la preparan en Bariloche. Y no digo más; porque no quiero que se sienta insultada alguien que es casi mujer.
"Excelente servicio. El libro llegó a tiempo en muy buenas condiciones. Gracias."