A menudo olvidadas, casi siempre ignoradas, muy raramente reconocidas.Este ha sido el estado de la cuesti¢n femenina en la m£sica hastahace bien poco. Consideradas meras intrpretes, musas o, simplemente,condimento visual en las actuaciones de los hombres, las pocaspioneras que se atrevieron a adentrarse en la industria musicalsufrieron ostracismo y desprecio, cuando no fueron condenadas al m soscuro rinc¢n de la memoria historiogr fica si no pasto del m sinmisericorde anonimato.Concebido y armado para contrarrestar elhegem¢nico discurso masculino en la literatura musical mayormenteescrita por y para hombres, M£sica, maestra tiene por objeto, adem sde celebrar la obra de tan variopinto elenco de creadoras, saldar unacuenta largamente esperada: socavar de ra¡z el sesgo sexista que haimpregnado las esencias del canon en la m£sica, la literatura y elcine. Y lo hace por medio de semblanzas compuestas por escritoras quereivindican a las mujeres cuya m£sica, de una forma u otra, las haacompa¤ado a lo largo de sus vidas. Artistas que se encaramaron a lavanguardia de su tiempo, mujeres comprometidas que aunaron en su hacerm£sica y activismo, transgresoras infatigables, cantautoras,intrpretes todas ellas queprovienen de todos los sustratos delespectro musical folk, rock, rap, country, jazz, cl sica,electr¢nica, etc..Desde Lhasa de Sela, amiga del institutoconvertida en objeto de culto por Maggie Nelson, a Wendy Carlos, lapionera de la m£sica electr¢nica que decidi¢ alejarse del mundanalruido, evocada aqu¡ por Sinad Gleeson, o la inefable Yoshimi, labaterista japonesa con la que comparti¢ escenario y no pocas vivenciasKim Gordon. Diecisis ensayos sobre m£sica escritos por mujeres conlos que arrojar un poco de luz sobre la vida y obra de estas y muchasotras artistas como Laurie Anderson, Ella Fitzgerald o Agnes «Sis+Cunningham con el muy necesario e impostergablefi n de empezar aequilibrar la balanza.