La literatura testimonial del siglo XX, sobre todo la que tiene su origen en lo acaecido a los judíos en ese tiempo, ha dado a la literatura de Europa una legitimidad como nunca antes había tenido. Los judíos, en las figuras de sus escritores más brillantes, han podido hablar de su desgracia y de los crímenes cometidos contra su raza sin callarse nada por primera vez en la Historia. La importancia de este hecho para el arte literario occidental está por concretarse, pero algunos hitos en la lista de obras de esta naturaleza indican que es determinante.Oh vosotros, hermanos humanos es uno de esos hitos. El célebre escritor Albert Cohen cuenta en este libro una historia de su infancia: el día de su décimo cumpleaños, en la ciudad francesa de Marsella, experimenta en carne propia el rechazo perverso y el odio racial: se siente expulsado de la humanidad. Esa experiencia brutal le lleva a escribir casi setenta años después una demoledora requisitoria que tiene, sin embargo, la forma melódica de una oración por su estilo deambulatorio y sus recursos narrativos, los cuales proporcionan un pálpito especial y transmiten la emoción y la sensibilidad de un gran testigo, de alguien capaz de conmovernos profundamente con su testimonio.El trauma del niño Cohen resume, además, la suerte de los judíos en Occidente, que han visto, aun en su voluntad de asimilación, cómo su amor era rechazado. El episodio del que es víctima el niño Cohen interrumpe una vida normal hasta entonces, y convierte a su protagonista en un mendigo de amor.