Este volumen recoge trabajos dedicados a temas paleohispánicos e indoeuropeos, especialmente célticos. En la década de 1980 la paleohispanística como disciplina académica no existía, no sólo porque el conocimiento de las lenguas y epigrafías paleohispánicas era aún incipiente o porque lo que afectara a esos temas se abordaba desde disciplinas diferentes, sino porque no había surgido entre sus cultivadores la necesidad de una especialización sobre el mundo paleohispánico entre los jóvenes investigadores. El hallazgo del gran bronce de Botorrita en los 70, al que siguió el descubrimiento del bronce latino de la misma localidad, hicieron que la actividad investigadora se centrara en el estudio de las lenguas y las epigrafías prerromanas de Hispania.