Don Teófilo es un hombre bueno que ha entregado su vida a la jardinería y a su familia, pero los años han pasado y debe empezar a lidiar no solo con el inevitable y natural desgaste del cuerpo, sino también con la empecinada postura familiar que ya debe jubilarse. Él se resiste, entonces su familia encuentra la fórmula para contentar a todos y hacer posible que don Teófilo siga sintiéndose útil y que permanezca cerca de lo que tanto le gusta: las flores.