A partir de investigaciones de campo que implican la observación de un lugar específico, de tramados habitacionales, de sus habitantes y de la relación de éstos con su entorno, el trabajo de Rosario Montero despliega distintas alternativas de representación con la fotografía. Ya en sus primeras investigaciones, la artista utiliza una metodología que busca gestar distintas relaciones, siempre con el objetivo de abrir nuevas interrogantes que expandan la noción el paisaje. Desde un quehacer que explora permanentemente con la antropología y el lenguaje visual, Rosario dialoga a partir del levantamiento de datos, recopilados por medio de anotaciones, entrevistas, imágenes y textos encontrados, así como desde fotografías de los lugares estudiados. Es el caso de Habitaciones Paranoicas, Ciudad Ideal, No Way Out, Comercio Justo (todos proyectos previos al 2014), donde la artista genera un cuerpo de obra utilizando herramientas digitales tanto para la investigación de campo como para la producción y retoque de las imágenes. Herramientas que configuran todo un dispositivo de investigación, no sólo en cuanto instrumento para rastrear un lugar, facilitar el almacenamiento de datos, establecer nuevos mapas conceptuales y crear una web interactiva como parte de cada proyecto, sino, además, para trabajar la imagen. En el caso de Paisajes Privados, investigación que la artista realiza en el marco de sus estudios de doctorado a partir de 2013, Rosario mantiene gran parte las tácticas de producción utilizadas en sus proyectos anteriores, y los expande con nuevas reflexiones que implican un mayor alcance en cuanto profundidad y comprensión del territorio. El radio a estudiar se amplía. Ya no se trata de una sola localidad sino de dos: Iquique y Puerto Varas. Las reflexiones se vuelcan a un discurso que considera un territorio mayor, trazando un eje que abarca Iquique y Puerto Varas y, por consecuencia, nos desplaza a un discurso que se hace muestra del paisaje de Chile.