Para una teoría del relato recoge tres estudios sobre las formas narrativas breves. El primero es un intento de definición del cuento literario, por encima de irrelevantes tentativas en términos de temporalidad y extensión, a partir de su génesis y la significación, intensidad y tensión narrativas, inherentes a su estructura, polarizada en el carácter oral –de ahí la presencia constante del relator– y el desenlace, de cuya forma depende toda la configuración del relato. En el segundo, la equivocidad e indeterminación terminológica de los géneros narrativos breves en la literatura románica medieval, periodo en el que hay que establecer los parámetros de delimitación, tanto desde el punto de vista de los términos como de la tipología, es analizada a la luz de la conciencia literaria de los propios autores y la forma de designación de sus creaciones. El último se centra en la consideración de la novella desde la historicidad de la poética de los géneros.