VIII Ciudad de olvido, donde tras larga vía me recluyo para seguir la línea que lleva al Nilo y al viaje nocturno, definitivo, sin metamorfosis para mí en un cuarto sol… Ciudad de olvido, otórgame el olvido, y que quede mi espíritu como un pétalo leve… ¿Dónde están el templo de Serapis, el Museo, la biblioteca que albergaba? ¿Dónde se han refugiado las ideas de Porfirio, de Plotino, de Anastasio, de Orígenes? Mas todo permanece en el aire, invisibilidad que la respiración absorbe: Toda esperanza está latente en lo no visto