Alejado de posiciones teóricas puras, Jean Prouvé (1901-1984) fue un trabajador manual para quien hacer y pensar constituían una misma cosa: la mano y la cabeza actuaban juntas en una ida y vuelta continua de la máquina al proyecto. Su capacidad creativa se basaba en una verificaci ón constante de las ideas abstractas en la ejecución real, y en cómo ambas se influían recíprocamente. Este libro reúne una serie