El poeta que hace muchos años dijo pertenecer a "un pueblo de grandes comedores de serpientes" (Los cuadernos del destierro, 1960) no ha dejado nunca de buscar la palabra "que sea como el temblor que la sostiene" (Intemperie, (1977). A lo largo de los años su constancia en esa búsqueda le ha permitido componer una obra honda y sólida, paralela a su labor docente y a la escritura luminosa de ensayos, fragmentos y aforismos que bien pueden ser leídos no sólo como pensamiento, sino también como otra forma de su poesía. Rafael Cadenas (Barquisimeto, Venezuela, 1930) es hoy uno de los poetas vivos más importantes de la lengua española. Vive en Caracas, donde es la conciencia intelectual de su afligida Venezuela. Como dijo el escritor Antonio López Ortega, Rafael es también "el país Cadenas". Un país en el que podemos sobrevivir y resistir. Estas páginas, con una breve selección de textos del poeta, son un acercamiento a su obra desde la mirada de sus lectores: María Fernanda Palacios, Joaquín Marta Sosa, José Pulido, Freddy Castillo Castellanos, Reinaldo Rodríguez Anzola, Enrique Viloria Vera, José María Cadenas, Alberto Hernández, Armando Rojas Guardia, Moraima Guanipa, Alfredo Chacón, Arturo Gutiérrez Plaza, Rubén Monasterios, Yolanda Pantin, Rafael Arráiz Lucca, Antonio López Ortega, Freddy Torrealba Z., Diego Arroyo Gil, Rosario Anzola, Mariano Nava Contreras, Eduardo Meier, Jacqueline Goldberg, Victoria de Stefano, Guillermo Sucre, Eugenio Montejo, Ana María Hurtado, Elisa Lerner, María Ramírez Ribes, Manuel Caballero, Emeterio Gómez, J. R. Guillent Pérez, Rafael Cordero, Violeta Villar Liste, Wafi Salih, José Balza, José Luis Najul, Juan Pablo Gómez Cova, Pedro J. Lozada Sira, Maritza Isabel Álvarez Rodríguez, Julio Bolívar, Katyna Henríquez Consalvi, Jonás Mendoza, Ilis Alfonzo, entre otros