El río Ara, último gran río sin represar del Pirineo, guarda rincones desconocidos todavía para el montañero. Con un buen número de los barrancos más bellos de la cordillera, la cuenca del Ara ha deparado sorpresas a los autores que ahora presentan a quien quiera conocerlas. Desde las verticales de Carpín, Duáscaro, Sope liana o Pich, las habitualmente embravecidas gargantas del Ara, el Arazas y del Sorros