En la poesía épica el autor narra, en general, actos heroicos de grandes personajes. La poesía lírica se adentra en los propios sentimientos de quien los expresa. Si la una habla de personas ajenas, objetivando hechos, la otra lo hace desde sí, revelando lo arcano de los conflictos interiores. Así tenemos la poesía bucólica, mística, pasional, romántica… Este libro pretende acercarse a uno de los temas más tratados y atractivos de la relación humana: el amor. Pero la aproximación que aquí se hace, tanto formal como conceptual, tiene muy en cuenta la realidad vital. No solo el amor y el desamor son objeto de atención en las composiciones elegidas. La desazón, la duda, la entrega generosa, las contradicciones que nos llevan por senderos sin posible destino, las soledades amontonadamente solas, las caricias del espíritu que requieren todo nuestro empeño, los anhelos, por fin, que nos transportan a los momentos dulces, fruto de esos esfuerzos compartidos, todo eso quiere asomarse a esa ventana sin cortinas que significan las páginas de un libro. En cualquiera de los recovecos está el amor presente. Desde cualquiera de los ángulos sale un disparo que centra al amor como objetivo. Este libro intenta aproximar lo real a lo soñado, lo vivido a lo que imaginamos, a lo que la vida nos exige. Si es difícil definir qué es poesía, tampoco el amor resulta fácil a lo que nos quieren hacer entender como concepto. Las vivencias, los matices, todo lo que engendra la vida, nos conduce al amor que busca con denuedo la inteligencia del alma.