Esta historia parte de la experiencia de nuestra familia pero pretende contar la realidad de muchas familias ensambladas y ayudarlas a contar su situación, complicada y maravillosa, a los más pequeños de casa. Este libro es también un pequeño homenaje a todos los buenos padres afines, esos hombres fantásticos que hacen medio millón de equilibrios al día para hacer de padres sin serlo del todo y que han aprendido a querer a sus hijos afines de una manera que, a los que solo somos padres y madres, nos sorprende y maravilla.