Esta es una de las obras tempranas mas bellas de Yannis Ritsos, compuesta en 1938 durante su convalecencia en el sanatorio de tuberculosos de Parnitha. Escrita con un lenguaje llano y claro, nutrido de fecundas imagenes oniricas que remiten a los paisajes, colores, sonidos, aromas y sensaciones de su infancia, el poeta da voz a su angustia personal a la vez que explora las promesas que la exuberancia de la naturaleza le anuncia, bebiendo del surrealismo para romper con la poesia tradicional griega: "Mañana cumple años el sol y el sol tiene nuestra edad [...] celebramos que cumplimos años el mismo dia que el sol – todos los dias".