El teatro fue durante muchos años la pasión que daba sentido a mi vida. Supongo que yo era joven y además joven apasionado, que es una de las mejores maneras de ser joven. Y al teatro, sobre todo en mi faceta de escritor, le debo muchas satisfacciones y pocos disgustos: ha sido generoso conmigo. Luego la vida, la curiosi dad, la necesidad, cierta indolencia que se fue apoderando de mi voluntad a medida que