Este volumen reúne dos obras fundamentales del notable dramaturgo americano. Todos eran mis hijos: es una de sus piezas más difundidas donde, en particular, se levanta una acusación contra los aprovechadores de la guerra. Después de la caída: reveló una nueva dimensión del riquísimo talento de Arthur Miller. La pieza explor a la atormentada conciencia de un personaje absorbente (Quentin) que, en gran medida,