En este interesante e ilustrativo ensayo escrito por el Contralmirante Gustavo Sosa Larrazábal se funde la crónica de la marina de guerra venezolana centrada en el buque insignia de su Escuadra a principios del siglo XX, y el proceso histórico del fin del caudillismo como sistema político en nuestro país. Nuestro buque nace como un yate a vapor diseñado para el lujo y la velocidad, pensado como una versión maritima del mito griego de la veloz cazadora ATALANTA. Pero un vuelco inesperado en su destino lo transforma en el crucero RESTAURADOR, que finaliza su recorrido histórico sin haber aplicado su apelativo a la realidad que lo circundaba, porque en esos tiempos no había nada que restaurar en Venezuela. El cambio de nombre a GENERAL SALOM, héroe nacional reconocido por su lealtad y excelencia profesional, transmite misteriosamente a nuestro crucero esos atributos que le permitieron completar sesenta y ocho años de servicio naval.