Publicados en forma póstuma por su hija Manuela en 1948, estos poemas hasta entonces inéditos de Vicente Huidobro, son la culminación de su obra admirable y evidencian su madurez, su ""proceso de constante metamorfosis espiritual"" señalado por Ricardo Latcham. El libro está empapado de nostalgia por lo vivido y coronado por la certeza del final de la vida: ""La muerte que no puede vivir sin nosotros / La muerte que viene al galope del caballo / La muerte que llueve en grandes estampidos""."
"Es una edición muy bonita, recomendada."