Billy Lynch acaba de morir. Pero, en la memoria de su familia y desus amigos, sigue m s vivo que nunca. Tras el lluvioso entierro, enlas conversaciones a media voz que se encadenan a lo largo de ese d¡a, todos coinciden en que Billy hab¡a sido un gran tipo, por lo menos en las cada vez m s escasas ocasiones en que estaba sobrio. Pero de esonadie quiere acordarse porque, en el fondo, comprenden que Billy carg¢ toda su vida con la prematura muerte de Eva, su prometida irlandesa.M s tarde, l conocer¡a a la amable, resignada y siempre comprensivaMaeve, su actual viuda.