Claudio Sánchez Albornoz, catedrático de la Universidad de Madrid y de la de Buenos Aires, es - huelga presentarlo - un medievalista eminente y autor - entre otros muchos libros - de aquel admirable, España, un enigma histórico. Con Acerico Castro, Menéndez Pidal - que prologa este libro con un estudio sobre el lenguaje de la época - y otros, integro una de las generaciones de historiadores mas importantes de los últimos tiempos. El autor, combinando la ciencia del investigador con la imaginación creadora del gran historiador, nos ofrece un cuadro vivo del León de hace mil años. He aquí el gran mérito de la obra, ampliada en la quinta edición. Porque historiar no es acumular dato sobre dato, cifra sobre documento, como quien recopila una colección de naderías muertas, sino penetrar en el tiempo con sensibilidad de hombre que quiere dialogar con otros hombres y mostrarnos, palpitante, cómo fue la vida de una época, de una ciudad: sus ideas, sus preocupaciones, sus modos de pensar, sus costumbres, hasta los pormenores de su casa y comida. Tentados estamos -tal es la viveza de estos cuadros leoneses- de intervenir también nosotros en los regateos del mercado, de unirnos de algún modo a las huestes del rey Ramiro y tomar parte personal en la vida que aquí se retrata. León -nudo y nervio de España- hace un milenio. Un hombre -Sánchez Albornoz- se mezcla con sus gentes, las escucha, convive con ellas. Y escribe una historia palpitante. Hela aquí.
"Gran libro de un extraordinario historiador"