Estos cuentos forman parte de una serie que su autor escribiera a finales del siglo XIX para la revista Edad de Oro publicación mensual para niños editada por él mismo durante su exilio en la ciudad de Nueva York. La idea de Martí era llegar a los niños con temas que las editoriales no consideraban como infantiles en lugar de insistir en cuestiones de urbanidad y educación religiosa él prefería enterar a sus jóvenes lectores en asuntos como las vidas de los próceres de la independencia o relacionadas con la geografía y las culturas de distintos países o darles ejemplo a través del cuento y la poesía de la solidaridad entre los hombres con el fin de motivar a los niños en la búsqueda de un mundo más justo. Ninguna de sus historias trata de sucesos extraordinarios; en ellas se narran cosas sencillas pequeñas aventuras que forman parte de la vida y la experiencia de todos los niños.