Uno de los problemas que revisten mayor complejidad en la reflexión ética de Platón consiste en comprender el modo como las virtudes se articulan en la reflexión sobre la vida buena. Entender su naturaleza, modos de relación y lugar en el todo que constituye una vida lograda deviene un asunto de no poca importancia dentro del corpus platónico y es de ahí que los intérpretes luchen por arrojar luz allí donde Platón parece ambiguo e intenten generar de la sumatoria de consideraciones al respecto un todo lo más coherente posible, creyendo que con ello se puede hacer más comprensible lo que Platón intentó dar a entender acerca de la virtud en algunos de sus diálogos. No obstante, dicha coherencia que muchos intérpretes suponen podría ser puesta en entredicho justamente allí donde pareciera ser más necesaria sin que tras semejante consideración derive la reflexión ética de Platón en una pluralidad de ideas contradictorias y sin hilo conductor alguno.