Por problemas en su casillero, William se ve obligado a cambiar sus cosas a uno nuevo, cuando lo hizo no esperaba encontrarse con un manojo de cartas dirigidas a su mejor amigo Alexander. Pero eso no era todo, no eran simples cartas, y la persona que las escribió no era un simple anónimo.
"El misterio abunda en cada página, me parece que es una perfecta base del libro"