Reseña del libro "El extraño mundo de Jonuel Brigue"
No crea el lector que tiene en sus manos un libro de ficción. Hablar de los hombres cuando los envuelve el misterio no es tarea fácil. Sobre todo cuando llevan unas vidas públicas muy conocidas, y muy "normales" a los ojos de todos, pero se privan de mostrar su verdadero rostro por aquella prudencia antigua que caracterizó siempre a los hombres sabios.Late biosas recomendaba Epicuro a los hombres más instruidos en las ciencias del espíritu: ocúltate al vivir, o vive calladamente -les decía-.Cuando conocí a Jonuel Brigue yo recién salía de la adolescencia, y aún no sabía con claridad qué hacer con mi vida.Mis talentos todavía no salían de un largo sueño. El profesor de las cátedras de mitología, de filosofía y de lenguas antiguas rápidamente se nos reveló como un maestro de sabiduría.Recuerdo vívidamente el día que fuimos a decirle que necesitábamos un maestro. Un destello tenue pero muy poderoso -como el relámpago del Catatumbo- iluminó los ojos obscuros del Viejo. Y en ese momento entendimos que José Manuel Briceño Guerrero, el conocido catedrático universitario, era también Jonuel Brigue, el escrutador de los mundos posibles.Pero más tarde descubrí que su verdadero nombre era Ioseph Immanuel. Lo supe cuando nos trazó una extraña ruta en nuestras vidas: recorrer el perdedizo laberinto de Chartres con sus siete pétalos centrales y terminar la senda hasta Santiago de Compostela donde el Apóstol resguarda un meteorito sagrado llamado Cristo. También lo supe en las sagradas lagunas de las montañas andinas en donde el Viejo nos acercó a su secreto habitante. No me quedó ninguna duda cuando señaló que la ruta pasaba por el vórtice masculino de la Tierra en Lahsa, la capital del Tíbet, y por el femenino en la Isla del Sol, en el corazón del Titicaca.Cuando emprendimos nuestra ruta, cada uno aceptó gustoso la tutela del maestro, y yo, muy en mi fuero interior, sentí que valía la pena.Pongo, pues, en tus manos, amigo lector, esta historia de vida, con el único compromiso de hacer honor a la verdad y de rendir un homenaje póstumo a uno de esos pocos hombres que han sabido despertar y cuyo ejemplo alumbró el camino de quienes estuvimos cerca. Espero te sea útil.