Escrito hacia 1630, El burlador de Sevilla significa la irrupción en la literatura de uno de sus grandes mitos, el del don Juan, el aristócrata amoral, cínico, con un punto deEncuadernación: Rústica depravación, que conquista mujeres no por deseo sexual, sino por el mero hecho de conquistarlas. De todas las versiones, la de Tirso de Molina es la más despiadada: ostenta que el mayor «gusto que en mí puede haber / es burlar a una mujer / y dejarla sin honor», con lo que a la ofensa une la crueldad, desprecia las leyes divinas y humanas e incluso se mofa de la otra vida. La carrera de don Juan es la de un transgresor, no solo de la moral, sino del orden social, que se gana el eterno castigo, del que también se había burlado.Esta edición cuenta con la introducción, los comentarios y las actividades de Francisco Florit Durán, catedrático de literatura española en la Universidad de Murcia. Estos textos complementarios suponen un firme apoyo para la lectura de una obra sin duda compleja, de múltiples interpretaciones y con un carácter crítico y mordaz que mantiene toda su actualidad.«La burla más escogidade todas ha de ser ésta.»
"Muy buena "