Además de un gran periodista y narrador, Tom Wolfe fue siempre un polemista fervoroso, vibrante e implacable, tal como demostró en sus diatribas contra ciertos mitos intocables del arte y la arquitectura modernos. Después de dieciséis años, el autor regresaba al ensayo con El reino del lenguaje, que se ha convertido en su testamento literario: un texto donde clava su penetrante mirada y afilados colmillos nada menos que en la teoría de la evolución aplicada a la lingüística, cuestiona supuestas verdades absolutas y apunta contra un par de vacas sagradas separadas por un siglo. Por un lado Charles Darwin y por el otro Noam Chomsky en su faceta de lingüista, a cada uno de los cuales contrapone con su respectivo antagonista, despreciado o cuestionado por el mundo académico: el naturalista Alfred Russel Wallace y el antropólogo Daniel Everett.
"Gracias"
Felipe Rodriguez Miércoles 12 de Diciembre, 2018"Realmente interesante y fácil de leer..."