Francisco de Goya retrató como nadie a las mujeres. Vio la sencilla dignidad de Sabasa García, la determinación y desenvoltura de la marquesa de Pontejos, la inteligencia en la mirada de laMarquesa de La Solana, la seguridad que irradia la postura nada convencional de la marquesa de Lazán, sin olvidar el cómplice misterio q ue rodea a la sin par duquesa de Alba o la ternura envolvente que emana la condesa de