Es falso que la ciencia y religión sean opuestos. Amir D. Aczel recuerda que incluso pueden ser cantidades complementarias, ya que a su manera cada una es una búsqueda de la verdad. El libro refuta a los llamados nuevos ateos que recientemente han pretendido vencer a la religión utilizando herramientas científicas de forma precisa. Aczel no prueba la existencia de Dios, pero definitivamente prueba que la ciencia no puede negar que exista y no puede responder a todas nuestras preguntas, también es incapaz de reemplazar a la religión y más bien puede acompañarla.
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