Cautiva de Africa. Las pericias de una viajera intrepita
Reseña del libro "Cautiva de Africa. Las pericias de una viajera intrepita"
Me fui a África para morir, pero África me divirtió, fue amable conmigo y no quiso matarme de inmediato. Me dije a mí misma que no tenía prisa..Me fui a África para morir, pero África me divirtió, fue amable conmigo y no quiso matarme de inmediato. Me dije a mí misma que no tenía prisa...Así se expresaba Mary Kingsley al recordar su primer viaje a África, cuando la mujer tenía treinta años y el siglo XIX estaba a punto de acabar. Hija de un médico trotamundos y de su fiel criada, a la muerte de los padres Mary decidió reinventar su vida, y eligió para ello la costa occidental de África. Provista de un equipaje liviano, y enfundada siempre en largas faldas de color negro, la intrépida viajera se dedicó a recoger especímenes de la fauna africana y a estudiar las costumbres de los indígenas, enfrentándose a las fauces de los cocodrilos y a las miradas poco amistosas de una tribu de caníbales con gran desenvoltura y un envidiable sentido del humor.Ya de vuelta en Londres, en 1896, sus hazañas se dieron a conocer al gran público y Rudyard Kipling llegó a decir de ella que era la mujer más valiente que había conocido. El carácter y el talento literario de esta gran dama, dispuesta a casi cualquier cosa mientras tuviera una taza de té caliente a mano, quedaron reflejados en el libro de memorias Travels in West Africa, del que aquí ofrecemos una cuidada selección a cargo de Ramón Jiménez Fraile, experto en el tema y autor de Stanley. De Madrid a las fuentes del Nilo."He aquí una indómita y auténtica reina de África."Cristina Morató, El Mundo"Otros exploradores de África quizá fueron más osados, pero ninguno de ellos tan comprometido."National Geographic Adventure