Reseña del libro "Koumeterium Messolonghi"
Koumeterium Messolonghi es el Valle de las Luces, donde pragmatiza toda lesa mal herencia de no saber obrar con humildad o soberbia todas las vidas descursadas, el estímulo romántico que roza el infinitesimal contacto de estímulo Teomesolongui, de la mano que toca nuestra vida, del Dios Universal entumecido, meciendo nuestros sentidos a la luz de las luces de la casta Humana. Todo aquel desconocimiento no queda como el balde en la superficie del pozo sin hundirse, se hunde para luego remontar. Mesolongui es una gran Pira de Lavandas, Lirios y Lotos, renaciendo en los brazos de un Palo Santo. La descompresión celular de cada habitante de Mesolongui se reconvierte reciclada en un cúmulo de aromas frontales y volátiles para los nasones esferoides del Mundo Espiritual para vivir en los brazos del Señor y su Obra, siempre con Valentía ante cada fenómeno, que atente a paralizar, toda continuidad de amar el tiempo versus romanticismo, en los brazos de la existencia, de propagar mas allá de toda vivida y no vivida mueca de la Vida Eterna, sin temor a los temores infames del poderío ficticio del Hombre. Cerca del jardín de los héroes de Mesolongui, se encuentran los restos de los que murieron en la gran salida. Fue una legendaria lucha por la libertaria revolución de 1821 en Grecia, exactamente en Mesolongui. La tumba de Markos Botsaris y la estatua del gran helenófilo lord Byron se encuentran en este jardín. Cierta vez me encontraba buscando un libro, y este era inevadiblemente de tendencia oriental. Solía recordarme a mi maestro, el monje Dada Virajánanda, hablándome de los procesos del tiempo, del ayer, del hoy y del mañana; que todos a la vez eran una pura unidad. Que la muerte física tenía que ser de satisfacción espiritual, para que el espíritu no se desconecte de su cuerpo desechable. "Creo que en ningún lugar donde habitan las almas terrenales, habrá de poder encontrar más vida que aquí en el Cementerio de Mesolongui...". "Más allá de todo metal del Odio de todo Dios no oído, más allá de todo mal de tímido Odio no he Oído".
