Reseña del libro "El Cielo Llora: La Herida Sangrante del Aborto, Vivido Por Un Papá"
Atentar contra la vida ha sido el contraste a la luz de la existencia humana; es la sombra que acompaña a luz de la vida. Silueta, cuya magnitud en estos tiempos refleja sintomáticamente la decadencia de los valores humanos.El hombre, siendo parte integral de la simbiosis de la naturaleza misma, su participación suele ser inalienable, no renunciable o modificable.Las ideologías farragosas y el esnob del modernismo que se suscitan a diario, establecen en las mentes de los jóvenes las tareas de sus vidas, pero en un sentido inverso y destructivo. Las ideas contrastantes a la vida se neutralizan cuando se reconoce la existencia de Dios y su extraordinaria Creación. No se soslaya en lo mínimo la gratitud por lograr la vida.El aborto, siendo hoy la oscuridad a la vida, es producto del desconocimiento de Dios, pero, sobre todo, resultado del liberalismo de la mujer que no es otra cosa que el principio de la división, discordia, y odio por la familia. La ideología de género, origen de los grandes males que hoy la humanidad afronta, atraen las tinieblas del desorden y la confrontación social. La vida, es y será siempre la luz que disipa la oscuridad. Dar sí a la vida, es dar luz al embarazo, de amar lo que se tiene en las entrañas, disfrutar del Don de la maternidad; es la gratitud de corresponder a Dios lo que es de Dios: los hijos que nacen del vientre materno.
