Reseña del libro "Poesia Macarra"
El barrio, la urbe, la prosaica realidad a la poeta (no poetisa, poeta) que vivia dentro de mi, le parecieron siempre un destierro. Como cualquier niña, soñaba con lugares mucho mas luminosos y respirables, en los que la inocencia aun fuera posible.Sin embargo, ¿habria sentido esa atraccion irresistible por la poesia, habria podido, si quiera entenderla?Nunca lo sabremos. La verdad, nunca.Pero si podemos intuir algo: mi caracter y mi imaginario se han ido forjando gracias a todas las vivencias de mi infancia: tanto las del pueblo que habitaba en los veranos, con su montaña azul y sus prados interminables como las que ocurrieron en el barrio. El mismo barrio de las cabalgatas de reyes, de mercadillo de los jueves y de parques interminables. El mismo barrio de las peleas callejeras, de los trapicheos en las esquinas y del olor a basura sin recoger. El barrio que daba miedo por la noche, que agobiaba en verano, que renacia en primavera. El de mi colegio, el de mi instituto, el de mis primeras clases de teatro. En el que ame y perdi, y me embriague, y creci a costa de la niña, y conoci a las personas mas cruciales de mi vida.Todos tenemos un barrio al que no queremos volver, y siempre volvemos. En este caso, yo he vuelto a el para escribir este poemario, que me recuerda que una macarra y una musa pueden casarse tranquilamente. Que la poesia habita en los lugares mas insospechados, y quizas, quien sabe, eso le de sentido a la vida.Aunque tal vez no tenga mucha importancia, en mi caso particular, ese barrio fue Usera. Quizas no tanto la del presente, sino la de los años 80 y 90. A sus pobladores y sus niños/as va dedicado este libro.